Como fundadores y directores de una red de iglesias y ministerios, durante las últimas décadas mi esposo y yo hemos visto al enemigo arruinar tanto a los creyentes como a los líderes por ignorar lo que Dios dice sobre la sumisión y la autoridad, así como por la incapacidad de rendir cuentas.
Existe la autoridad divina y la autoridad delegada, y Dios es el autor de ambas. A través de las Escrituras, ejemplos prácticos y nuestras historias personales en la vida, aprenderás: